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El dinero es muy cabrón, cambia a las personas: María Félix “La Doña”

*.- México es un pueblo noble pero tiene sus límites
*.- Las “Divas” no existen… ¡¡Esas son estupideces”!!

I de III partes
Por Edmundo Cázarez C.

CIUDAD DE MÉXICO.- Este miércoles 8 de abril de este convulsivo 2020, se cumplen 106 años del nacimiento de María de los Ángeles Félix Guereña, mejor conocida como la inolvidable María Félix “La Doña”, paradójicamente, este mismo miércoles 8 de abril, se cumplen 18 años en que dejó de existir físicamente, pero su recuerdo y recias palabras aún taladran la memoria de su México querido.

A manera de sencillo homenaje, es mi deseo volver a publicar, de manera completa, la entrevista exclusiva que me hizo el honor de conceder hace 8,653 días, misma que se publicó en la revista Siempre en su edición número 2250 de fecha 1 de agosto de 1996, pero que por falta de espacio y línea editorial de ese entonces, se quedaron en el papel muchas anécdotas e interesantes datos que, ahora sin falta de espacio ni “censura”, quiero compartir con usted, estimado lector, narrando los pormenores de los esfuerzos realizados para lograrla y el cómo se llevó a cabo esta entrevista que me dejó una profunda huella. A decir verdad, María Félix es el personaje que he tenido el honor de entrevistar que más me ha impactado porque simple y sencillamente, ella no concedía entrevistas exclusivas.

Debo reconocer que a “La Doña”, a lo largo de toda su vida, le hicieron muchísimas entrevistas “banqueteras”, pero muy pocas exclusivas y en su casa, lugar en donde me hizo el honor de recibir durante 2 horas y 45 minutos, tiempo en el que me sentí enormemente afortunado. Sin el deseo de ofender a nadie, considero que María Félix ha sido la actriz más grande que ha producido el cine mexicano, tan es así, que el propio Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, reiteradamente afirmaba que María Félix había nacido dos veces, es decir, sus padres la habían engendrado pero ella se había reinventado a sí misma.

Desde mis inicios como reportero, me propuse lograr entrevistar a tres grandes personajes de la vida artística de nuestro país: Mario Moreno “Cantinflas”, Francisco Gabilondo Soler “CriCrî” y María Félix “La Doña”, sabía perfectamente que no sería nada sencillo llegar hasta ellos. Las dos primeras entrevistas se publicaron en el diario Ovaciones en 1978 y 1979, respectivamente, así es que solamente me hacía falta la última con María Félix, sin lugar a dudas, representaba toda una hazaña, en primer lugar, porque “La Doña” no concedía entrevistas exclusivas a nadie, además, tendría que llegarle con un tema que a ella le pareciera interesante y aceptara conversar conmigo.

¿CÒMO LLEGAR A “LA DOÑA”?

En julio de 1995, en el ámbito artístico como en el periodístico, se comentaba mucho acerca del deteriorado estado de salud que presentaba Enrique Álvarez Félix, el amado primogénito de María Félix, motivo por el cual busqué afanosamente lo que estaba haciendo artísticamente en ese momento Álvarez Félix y encontré que encabezaba el elenco artístico de la obra teatral “Los Secretos de un Engaño” que se presentaba en el teatro San Jerónimo Independencia, ubicado en Periférico Sur de la Ciudad de México. Así es que decidí ir a entrevistarlo, pero también, era aprovechar para que me ayudara a contactar con su mamá y realizar la anhelada entrevista.

Al llegar al teatro, aún no había acceso al público asistente a la función de las 19:30 horas, pero con la autorización del productor, logré ingresar. No sabía la sorpresa que me esperaba, en la primera fila, justo frente al escenario, descubro a María Félix, acompañada de una amiga, sin pérdida de tiempo me acerco hasta su asiento y le saludo respetuosamente, le pregunto si me permite hacerle un par de preguntas para la revista Siempre. Con un gesto por demás amable y una ligera sonrisa, la controvertida estrella del cine nacional me indica que aceptaba.

-Señora, buenas tardes, soy Edmundo Cázarez, reportero de la revista Siempre…

-Sin darme la oportunidad de concluir de formularle la pregunta, me interrumpe, con voz firme me dice: “Toda mi vida he leído la revista Siempre de mi amigo José Pagés…pero dígame, ¿Qué me va a preguntar?

-¿Le hubiera gustado tener un nieto para que perdure el ilustre apellido Félix que usted ha puesto muy en alto en todo el mundo?

-Un tanto sorprendida por la pregunta, alzando las cejas, extiende su mano izquierda y me dice: ¿Por qué no me pregunta las mismas pendejadas de sus compañeros cuando me abordan?

-Disculpe señora yo no considero que mis compañeros reporteros sean pendejos, además, no quiero preguntarle nada sobre su brillante trayectoria artística que ya todo mundo conoce….

-¿Entonces, qué demonios me va a preguntar…?

-¿Como reportero, me interesa saber la opinión de la mujer actual de nombre María de los Ángeles Félix Güereña e insisto, le hubiera gustado tener un nieto…?

-…¡¡Vaya, así es que viene a sorprenderme…!! A ver muchachito, aplástese en este asiento junto a mí. -Volteando hacía donde senté- exclama: ¿Que no sabe que yo siempre respeté la preferencia sexual de mí amado hijo? Que atrevido me salió usted.

-De pronto me doy cuenta que estamos prácticamente rodeados de fotógrafos y cámaras de televisión, compañeros de los medios me piden me haga a un lado para tomarla solamente a ella. Con voz amenazante les dice…

-Este muchacho aquí se va a quedar porque lo digo yo…

-De nueva cuenta me pregunta…

-¿Cómo me dijo que se llama?

-Edmundo Cázarez para servirle. Tocándose la frente con su mano derecha señala…

-Edmundo Dantés era el Conde de Montecristo. Mira Edmundo, quiero que anote el teléfono de mi casa, hábleme mañana y nos ponemos de acuerdo para darle una entrevista exclusiva. Usted marca después de las 12 del día y yo misma le contesto.

-Un tanto incrédulo de lo que acababa de escuchar de los labios de tan enorme personalidad, me atrevo pedirle me diera un pellizco para estar seguro que no era parte de un sueño…

-Ja, ja, ja, ja. ¡¡Claro que sí!!

Estaba tan emocionado que no me percaté que el teatro estaba casi lleno y daban la tercera llamada. Al día siguiente, acatando sus instrucciones y desde la redacción de la revista, a las 12 en punto, marco el número de teléfono de su casa, al responder la llamada escucho una voz ronca que me pregunta:

-¿Quién habla?

-Señora muy buenos días, soy Edmundo Cázarez, reportero de la revista Siempre, me pidió ayer que le llamara para ponernos de acuerdo para…

-…Claro que sí, por favor, hábleme en dos semanas porque me estoy yendo ahorita Acapulco.

Así se iniciaba una prueba de mucha paciencia, una y otra vez, posponía la entrevista. Que se iba de viaje a Paris, que estaba un poco resfriada, que la habían invitado a Cuernavaca, etc. Desafortunadamente, el 24 de mayo de 1996, víctima de un paro cardiaco, a la edad de 61 años de edad, fallece Enrique Álvarez Félix en su departamento, por cierto, muy cercano a donde vivía “La Doña”, así es que por prudencia y respeto, consideré no molestarle más y dejarla descansar del terrible dolor de perder a su querido hijo.

Había transcurrido un poco más de un año del día en que había platicado brevemente con “La Doña” en el teatro San Jerónimo Independencia. Es la mañana del lunes 29 de julio de 1996, a las 11:30 del día, decido llamarle nuevamente a su casa de Polanco, esperando tener suerte…

-¿Quién habla?

-Señora buenas tardes, soy Edmundo Cázarez de la revista Siempre…

-¿Otra vez usted, qué chingados quiere?

-Perdón señora, usted sabe muy bien que estoy muy interesado en hacerle una entrevista exclusiva para la revista Siempre…

-Ah, pues también déjeme decirle que tiene 20 minutos para llegar a mi casa y si no hace lo que le digo, pues ya se chingó ehhh…

De inmediato voy con Beatriz Pagés, directora general de la revista Siempre para informarle que había logrado hablar con “La Doña”, y que me esperaba en 20 minutos en su casa para la entrevista. La respuesta de la directora fue desconcertante… “Edmundo, María Félix no da entrevistas exclusivas ni a Jacobo Zabludovsky que es su amigo le da más entrevistas, sin embargo, creo en ti y de todas maneras llévate un fotógrafo por si chicle y pega”. Sin pérdida de tiempo, acompañado por el fotógrafo Arturo Bermúdez, abordamos un taxi en la calle Vallarta, colonia Tabacalera en donde se encuentran las oficinas de la revista Siempre con destino a la calle Hegel de la colonia Polanco, en donde vivía “La Doña”.

A nuestro arribo, nos recibe Jaime Núñez, acompañante y amigo de nuestra entrevistada, quien nos informa que ya nos estaba esperando en una sala que más bien parecía galería de arte por la infinidad de esculturas y pinturas.

Sentada en un sillón dorado y ataviada de un precioso vestido de seda color negro que le imprimía un toque de elegancia y majestuosidad, maquillada delicadamente, la verdad, lucía hermosa y espectacular. Su presencia imponía enormemente. A manera de bienvenida, María Félix “La Doña”, me dice: ¿Quiere tomar un café o algo?

-Por favor, un vaso de agua…

-Con voz fuerte y firme, le ordena a quien seguramente era su sirvienta o ama de llaves: ¡¡Tráiganle un café exprés a mi invitado!!

-Inmediatamente, le aclaro que pedí un vaso de agua a lo que ella refuta…

-Pues se chinga porque está es mi casa y en mi casa mando yo. Bah, nada más me faltaba eso!!!

-“La Doña” se percata que en mi mano derecha traigo preparada una pequeña grabadora para no perder ni una sola palabra de la entrevista, con voz amenazante me señala..

-Mire usted, yo he viajado por todo el mundo y me han entrevistado periodistas muy inteligentes, y ellos, no se valen de estos aparatitos para grabar una entrevista porque escriben absolutamente todo, además, usted no tiene la cara de pendejo. Así es que va a guardar su aparatito y va a escribir palabra por palabra de todo lo que le diga durante la entrevista y si no le parece, mire ahí está la puerta y lárguese de mi casa…

-Gulp, Señora, discúlpeme pero no traigo una libreta para anotar, es mejor una grabadora…

-… ¿Acaso usted va a la guerra sin un fusil? –Me cuestiona-

-No vengo a ninguna guerra sino a conversar y aprender de una gran mujer…

-Mire usted, acabo de pasar un trago muy amargo con la muerte de mi querido hijo. Así es que vamos a platicar usted y yo. Le recuerdo que decidí recibirle por su insistencia y porque me demostró ser atrevido, pero con la única restricción que no toque absolutamente nada sobre mi hijo.

-¿Sin faltarle el respeto, quiero preguntarle si detrás de la imagen de una mujer a veces grosera, déspota, posesiva, humillante y hasta soberbia, existe un poco de humildad en la gran señora de nombre María de los Ángeles Félix Güereña?

-¡¡Eso es, veo que saca la casta, así me gusta, que denote respeto a su profesión y no venga aquí a mi casa para ponerse de alfombra o tapete, porque de esos tengo muchos.. –De nueva cuenta, llama a su sirvienta y le ordena… “Tráiganle un cognac a mi invitado que me está demostrando que no me tiene miedo”

-Señora, perdone pero vengo a trabajar, además, ni tiempo me dio ni de desayunar…

-Pues hay que levantarse más temprano!! Al que madruga, Dios le ayuda. Se toma el cognac o de plano ya no hay entrevista.

-Mi estómago resintió la súbita ingesta de alcohol sin alimento alguno, pero a la vez, eso me permitió comprender que debería ponerme “las pilas”, ser inteligente con las preguntas o terminaría muy rápido la entrevista, animado le cuestiono ¿Es verdad que padece de cáncer y es por eso que mejor se va ir a vivir a Paris?

-Su rostro se torna adusto, se queda pensativa y golpeando con el puño cerrado el descansa brazos del sillón en el que está sentada dice: “No, no y no. Toco madera. Estoy en perfectas condiciones de salud. Aunque aún no me repongo del golpe tan fuerte por la pérdida de mi hijo. No me explico por qué les asusta tanto que me vaya a Paris. Desde hace 50 años voy y vengo. ¿Acaso ustedes me pagan mi boleto de avión? ¿Ya ni eso puedo hacer?”

-Por qué se dice que es alcohólica y hasta drogadicta?

-Ni soy alcohólica, mucho menos drogadicta

-¿Decepcionada de México, de su gente y hasta de sus gobernantes?

-No estoy decepcionada de mi país porque lo quiero mucho, mucho menos de su gente. Siempre he recibido un inmenso cariño de su gente.

-¿A México se lo está llevando el tren?

-Si México anda mal es porque en el mundo entero existe mucha pobreza. Que quede bien claro, no es un problema exclusivo de nuestro país. Carajo, ¿Acaso usted no es mexicano?

-¿Hacia dónde vamos?

-El principal problema de México es el desempleo

-¿Culpa de sus gobernantes?

-Híjole, México ha tenido la mala suerte de tocarle malos gobernantes…
AM.MX/fm

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